El entrenamiento Funcional es cada vez más popular, no solo en los centros deportivos sino también ya en los gimnasios convencionales, el ejercicio funcional se adapta a los movimientos naturales del cuerpo para trabajar de forma completa nuestros músculos y articulaciones
A continuación se enlistan los beneficios de porqué debes practicarlo:
El entrenamiento funcional está diseñado para trabajar de forma global nuestro cuerpo y no de forma aislada, así mismo mejora la relación entre el sistema nervioso y el musculoesqulético, para obtener movimientos más rápidos, de reacción y con gran alcance.
Con el entrenamiento funcional podrás quemar más de 500 calorías en tan solo 40 minutos de ejercicios.
El entrenamiento funcional fortalece los músculos abdominales que ayudan a mantener la columna vertebral recta. Y no sólo eso, a medida que amplíes tu conciencia corporal y corrijas tu postura durante los ejercicios, podrás incorporar a tu vida cotidiana hábitos como el mantenimiento de la alineación de la cadera, los hombros y el cuello, así como la contracción abdominal.
Mantener nuestro cuerpo y mente en equilibrio es un desafío creciente en este tiempo en que vivimos. El estrés y otros males son cada vez más frecuentes en la vida moderna. Hay tantos desafíos que enfrentamos en nuestra vida diaria: pesadas cargas de trabajo, tráfico y violencia en las grandes ciudades, acumulación de funciones, exceso de información, dificultades financieras,etc.
Durante la actividad física regular se producen varios beneficios psicofisiológicos debido a la liberación de algunas hormonas y la activación de neurotransmisores, como por ejemplo:
Además de estas condiciones fisiológicas activadas por la práctica de ejercicios, cuando hacemos algo por nuestra propia salud y bienestar, los beneficios surgen a otros niveles. La actividad física regular también reduce la tensión, aleja la atención de los problemas, ayuda a dormir mejor, aumenta la libido, la confianza en sí mismo y la autoestima.
El núcleo es una especie de cinturón que comprende los músculos de las regiones que rodean el ombligo: abdominal, lumbar, pélvica y cadera. Es esencial que esta zona del cuerpo esté muy bien trabajada, porque protege la columna vertebral y da soporte al tronco.
Con un núcleo débil, el cuerpo se vuelve inestable e incluso el movimiento de los brazos y las piernas se ve comprometido. Esto se debe a que la mayoría de los grandes grupos musculares, ya sea de la parte superior o inferior del cuerpo, están conectados a la columna vertebral o a la pelvis.
En el entrenamiento funcional, el núcleo se trabaja a través de muchas posibilidades. Un ejemplo de ejercicio es el tablero isométrico (que tiene numerosas variaciones). Si ya has permanecido 60 segundos en esta posición, puedes entender cómo este tipo de entrenamiento es capaz de hacer que tu cuerpo trabaje intensamente, con movimientos sencillos, o en este caso, simplemente apoyando el cuerpo. Y no dudes que unos minutos pueden transformar tu cuerpo y hacerte quemar mucha grasa.
En general, los beneficios del entrenamiento funcional están a la par de otro tipo de entrenamientos, como los de fuerza y resistencia. Cualquier programa es beneficioso para ti en la medida en la que lo sepas adecuar a tus capacidades físicas, tus posibilidades y tus objetivos.
Etiquetas:
Podría interesarte :